Lo sucedido con el ELN en el Catatumbo es una muestra más del fracaso y las mentiras de Gustavo Petro. Durante tres años, hemos insistido en la barbarie que estos violentos han cometido en Arauca; se burlaron de nuestras denuncias y poco les importaron nuestros muertos. Hoy es lamentable lo que se vive en esta zona del país: hicieron caso omiso de las alertas tempranas y ahora miles de familias sufren los estragos de un accionar terrorista, fortalecido con la complicidad del gobierno que les permitió adueñarse de nuestros territorios.