En Bogotá, hay una mujer araucana que no se puede tocar puertas en busca de oportunidades. Una representante que lleva en el corazón a su gente, y que, aunque su labor sea poco reconocida, trabaja incansablemente por los araucanos que confiaron en ella, y también por quienes no, porque Arauca es de todos y merece ser grande.
¡Avianca en Arauca es una realidad, mi gente! Hoy estoy muy feliz, porque este es el resultado de un año de trabajo, reuniones, mesas técnicas y concertaciones. Los araucanos merecemos más oportunidades, y la llegada de Avianca es una de ellas.
Bendito 9 de diciembre, el día que le abrió a los araucanos la oportunidad de volar con Avianca y conectarnos con el mundo.
¡Seguiremos trabajando, porque por ustedes, lo que nos toca! .